Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

 

Amor de sobra y no sobras de amor: una lección que puede cambiar tu historia

Hay frases que no solo te tocan, sino que te despiertan.
Frases que llegan como una bofetada suave, pero necesaria.
Una de esas —y quizá la que más fuerza tiene hoy en mi vida— es esta:

“Mereces amor de sobra, y no sobras de amor.”

No es solo un título bonito.
No es solo una tendencia emocional en redes (porque ya sabes que odio las tales redes y no estoy en ellas) 
Es un recordatorio profundo de lo que vales, de lo que has permitido, y de lo que estás destinada a vivir cuando despiertas.

Cuando te acostumbras a recibir poco… te convences de que eso es amor

Durante años, muchas mujeres hemos normalizado recibir migajas emocionales, nos enseñaron a agradecer cualquier gesto, aunque fuese mínimo, a quedarnos “por no estar solas”, a pensar que el amor verdadero se gana con sacrificio, con dolor o con aguante.

Pero la verdad es otra:

No fuiste creada para sobrevivir al amor; fuiste creada para florecer dentro de él.

Aceptar sobras no es humildad…
Aguantar faltas de respeto no es paciencia…
Justificar vacíos no es amor…

Eso es miedo, eso es carencia emocional, eso es repetir patrones que no son tuyos…

Amor de sobra no significa perfección, significa abundancia emocional 

Un amor de sobra es un amor que te llena, no que te drena.
Es un amor que te mira de frente, no que te esconde.
Es un amor que te elige todos los días, no solo cuando le conviene.

Y también es esto:

  • Amor que suma, no que resta.

  • Amor que te abraza sin condiciones, no que te pide que cambies para merecerlo.

  • Amor que te acompaña a crecer, no que te castiga por intentarlo.

  • Amor donde la reciprocidad es natural, no un ruego.

  • Amor que te da paz, no ansiedad.

Ese tipo de amor existe, pero no llega cuando sigues sosteniendo lo que te hace daño.

¿Y por qué aceptamos sobras?

Porque desde niñas nos metieron creencias que no eran nuestras como por ejemplo:
“No te ilusiones tanto.”
“No esperes demasiado.”
 “Con que te quiera, ya es suficiente.”
 “Así son los hombres, acostúmbrate.”
 “Mejor poco que nada.”

Y crecimos creyendo que aspirar a un amor sano era pedir demasiado, muchas incluso vimos (o vivimos) dinámicas donde el cariño venía condicionado, esporádico, secreto, o cargado de culpa. Al final, el cuerpo se acostumbra a sobrevivir con migajas… hasta que un día dice: basta!!

Mi despertar: el día que entendí que me estaba traicionando

Tal vez tú también lo viviste: ese punto donde tu cuerpo y tu alma dejan de soportar, donde sientes que estás dando más de lo que recibes, donde notas que te estás apagando intentando que otra persona te vea.

En mi caso, fue un proceso, un reconocimiento duro, un “ya no más” que me rompió por dentro, pero también me reconstruyó.

Entendí que aceptar menos de lo que merezco no era amor… era miedo a perder. Y esa versión mía —la que aceptaba migajas, la que callaba, la que se conformaba— no era mi verdadera versión. Era una versión herida… fea y pobre de mente (una versión de mí bien retrograda que creía que no merecía amor, dinero ni una pareja, que eso era para otro tipo de mujeres)

Ese día decidí algo que te invito a decidir tú también:

Elegirme, honrarme, serme leal!

Y cuando tú te haces leal a ti misma, las sobras ya no te alcanzan…
Te quedan pequeñas…
Te incomodan…
Te repelen…

Porque empiezas a reconocer tu valor.

Cómo saber si estás recibiendo amor de sobra… o sobras de amor

Haz esta pequeña reflexión:

1. ¿Te sientes vista?

No de forma superficial, sino realmente vista.
¿O te sientes ignorada, escondida o usada?

2. ¿Te sientes elegida?

No a ratos, no a escondidas, no “cuando él puede”.
Elegida con claridad y respeto.

3. ¿Te sientes tranquila?

El amor sano da paz.
El amor a medias da ansiedad.

4. ¿Te sientes tú misma?

¿O sientes que tienes que empequeñecerte, cambiar, callar o justificarte?

5. ¿Creces o te apagas?

El amor que mereces te expande.
El amor que no te corresponde te encoge.

Tu cuerpo lo sabe, tu alma lo sabe, solo falta que tú lo escuches.

Y aquí viene lo más importante: el amor de sobra empieza por ti

Si tú misma te estás dando sobras —pocas horas de sueño, poca paciencia, poco autocuidado, poco respeto hacia tus límites, poco ejercicio, pobre lenguaje interno — ¿cómo vas a reconocer cuando alguien más te trata igual?

Tu amor propio marca la pauta.

El día que te tratas con abundancia, ya no aceptas escasez.
El día que te hablas bonito, ya no toleras gritos silenciosos.
El día que te respetas, ya no aceptas que te minimicen.
El día que te eliges, ya no te conformas con ser “una opción”.

No es arrogancia, es dignidad.

Mereces un amor visible.
Mereces un amor público.
Mereces un amor presente.
Mereces un amor que se quede.

No eres intensa por desearlo.
No eres exigente por pedirlo.
No eres difícil por querer un amor real.

Simplemente estás volviendo a ti… y eso ya es ganar infinitamente confianza y amor propio…

No te conformes, no negocies tu corazón

Esto no es un discurso de dolor, es un recordatorio de tu poder:

 Mereces amor que sobre, no sobras de amor.
 Mereces abundancia emocional, no carencias compartidas.
 Mereces un vínculo que te nutra, no que te desgaste.
 Mereces una historia donde tú seas protagonista, no un relleno.

Y si hoy estás soltando un amor a medias, recuerda:

No estás perdiendo nada, estás haciendo espacio para lo que sí es para ti.

Jamás te permitas aceptar nada que sea menos de lo que tu piensas que mereces y si una voz interna trata de sabotear tu creación haciéndote creer o intentando hacerte creer que eso es mucho, que no lo mereces que eso es para otra clase de hombre o mujer te dejo el link de compra de mi ebook Amor de sobra y no sobras de amor para que te lo regales y lo desarrolles, así verás que solo mereces cosas grandes y amor del bueno, compra el ebook aquí:
https://www.disciplinadamente.com/tienda/amor-de-sobra-y-no-sobras-de-amor-2/
Un abrazo físico y mental
Paullina